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La curva del gran Gatsby: una mirada a la desigualdad y la movilidad social

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La curva del gran Gatsby: una mirada a la desigualdad y la movilidad social
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CaixaBank

11 Abril, 2018


Pocas historias son tan representativas para hablar del sueño americano como la novela El gran Gatsby de Scott Fitzgerald, una historia que encarna a la perfección la esencia del gran sueño americano: un mundo en el que todos podamos ascender por igual en la escala social gracias a nuestro esfuerzo y talento, sin importar el origen ni el estatus de nuestros padres.

No obstante, pronto se descubre que la historia de Jay Gatsby (protagonista de la novela) no es una historia de éxito. Prueba de ello es la curva del Gran Gatsby, un gráfico que relaciona de forma directa la desigualdad económica y la movilidad social, entendida como la relación entre la situación económica o social de padres e hijos. Según sugiere esta curva, y tal y como expone el dossier del informe mensual de marzo de CaixaBank Research “Igualdad de oportunidades y movilidad social”, los países más desiguales tienen una menor movilidad social.

Curva del gran Gatsby: desigualdad y movilidad social

Qué hay detrás de la curva del gran Gatsby

Según observan Marta Guasch y Adrià Morron, de CaixaBank Research, la movilidad social es el mecanismo transmisor de la desigualdad de una generación a otra y la familia, el mercado y el Estado son las tres grandes instituciones que determinan esta transmisión entre la movilidad social y la desigualdad. “La familia condiciona el desarrollo cognitivo y social de los hijos a una edad temprana, que moldea su capacidad de aprendizaje y su desempeño educativo. Estos, a su vez, condicionarán el acceso al mercado laboral y las características del trabajo, que influirán sobre el bienestar emocional y el estatus socioeconómico en edad adulta”. Además, las políticas públicas (Estado) también pueden incidir en las circunstancias vitales, por ejemplo, a través de los impuestos o de la oferta educativa.

En definitiva, para Marta Guasch y Adrià Morron, “la desigualdad y la movilidad social están íntimamente ligadas porque la desigualdad ayuda a definir el marco de oportunidades de la nueva generación y acentúa las consecuencias futuras del entorno en el que uno nace”.

Mirando hacia el futuro, igualando oportunidades

Además de cuestionar el sueño americano, la curva del Gran Gatsby nos dice otra cosa: aliviar la desigualdad y las desventajas heredadas fomenta la movilidad social. Y eso está en nuestras manos. Para Enric Fernández, economista jefe de CaixaBank, “existen pocas dudas de que la mejor manera de igualar oportunidades es garantizar el acceso a una formación educativa de calidad”.

En este sentido, CaixaBank cuenta con dos iniciativas que canalizan su apuesta por un mundo más igualitario y con mayor inserción laboral, en el que primen el talento y el esfuerzo de las personas por encima de sus medios y posibilidades: Caixa Proinfancia (favorece el desarrollo de las competencias de niños y adolescentes de toda España en situación de pobreza y exclusión social) y ProFuturo (proporciona una educación digital a niños de entornos vulnerables).

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