¿De dónde procede la energía que consumimos en España?

¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene la energía eléctrica que consumes en tu día a día? Solo en 2022, en España se generaron un total de 276.413 GWh de electricidad, de los cuales un 41 % corresponde a energías de origen renovable, según datos de Red Eléctrica Española (REE).

Entre las energías renovables, la que mayor volumen de electricidad genera es la energía eólica, con 61.194 GWh. Se da la circunstancia de que en 2022 se batió el récord de energía eólica producida en España y se convirtió en la fuente renovable que más aporta, ya que supone el 22,1 % de la generación de energía total.

En segundo lugar, se encuentra la energía solar fotovoltaica, con 27.902 GWh. Seguidamente, la tercera fuente es la energía hidráulica, con 17.907 GWh, aun teniendo en cuenta que 2022 ha sido un año especialmente seco en nuestro país.

Otras renovables generaron 4.657 GWh, mientras que la solar térmica llegó a 4.123 GWh. Además, destaca la producción de las plantas de turbinación de bombeo, con 3.776 GWh. Los residuos no renovables produjeron 1.900 GWh y los renovables 878 GWh. Cierra la relación la energía hidroeólica, con 23 GWh generados.

Por otro lado, las energías no renovables supusieron el 59 % de la energía generada en nuestro país, con 68.137 GWh provenientes de centrales de ciclo combinado, la fuente que más aporta (24,7 %) al total de la generación.

Del total, 55.984 GWh corresponden a centrales nucleares, 17.754 GWh están originados por cogeneración, 7.765 GWh proceden del carbón y 2.548 GWh se producen a partir de motores diésel. Las turbinas de vapor ofrecieron al mix 1.207 GWh, mientras que las turbinas de gas aportaron 657.

Si retrocedemos tan solo una década, el escenario es bien distinto. Aunque la generación en 2012 fue relativamente superior con 283.119 GWh, las renovables por aquel entonces solo representaban el 34 % de toda la producción.

La eólica producía 48.525 GWh, un 20 % menos que en la actualidad. La solar fotovoltaica tenía un desempeño un 70 % inferior a la actualidad, lo que muestra un amplio crecimiento de esta energía una vez despejadas las restricciones legales a su explotación y su abaratamiento. Hace una década, las centrales hidráulicas producían un 17 % más que en la actualidad.

Analizando la presencia de las energías no renovables en 2012, vemos que la energía nuclear era la fuente que más aportaba, seguida del carbón, cuyo consumo se ha reducido en un 86 %. Esta caída responde al proceso de descarbonización, dentro del proceso de transición ecológica que España y los países de su entorno vienen afrontando.

El Gobierno de España ha actualizado recientemente su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, aumentando del 42 % al 48 % el objetivo de producción renovable para 2030 y del 74 % al 81 % la potencia renovable instalada.

En este sentido, se prevé un crecimiento en la inversión en estas energías para hacer frente a estas metas. Hay que sumar la tendencia creciente del autoconsumo, que tiene como objetivo llegar a los 14 GW en 2030, una previsión que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) espera que incluso se supere.

Además, entre 2027 y 2035 se ha calendarizado el cierre progresivo de las centrales nucleares, aunque la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania podría retrasar estos cierres.

Por tanto, en los próximos años podríamos ver vuelcos en estos porcentajes, con mayor presencia de energías renovables, especialmente eólica y solar fotovoltaica, en la energía que consumimos.